¿Cómo superar 4 grandes miedos?
Hay 4 Miedos que nos acechan toda nuestra vida
MIEDO A LA ESCASED
Superar el miedo a estar escaso, sin oportunidades o dinero y alcanzar la sensación y el sentir de ser cada vez más abundante, requiere de un trabajo profundo contigo mismo.
Debes poner en marcha que tus emociones sientan el deseo que te mereces lo mejor para tu vida. Has de tener en cuenta cuando aflore el sentimiento de víctima, es una señal de que el fantasma del miedo está invadiéndote.
Hay una palabra de 7 letras, cuando la repites empieza a dar claridad al estado de abundancia que deseas obtener, esta palabra es GRACIAS
Cuando agradezcas por todo lo que tienes en este momento y por lo que llegará a ti, empiezas a darte cuenta de todas las cosas que ya tienes las cuales Dios te ofrece cada día.
Agradece a Dios (no estoy hablando de religiosidad), al universo, a las fuerzas desconocidas superiores o a quien tu creas.
Gracias Dios por abrir los ojos a este día de hoy.
Gracias por poder respirar un día más.
Gracias por el sol que hace crecer las plantas y me dan oxigeno
Gracias por la casa donde vivo.
Gracias por la comida.
Gracias por el agua, sin ella no habría vida.
Gracias por oír la risa de los niños y el llanto del enfermo.
Gracias por las situaciones adversas de las cuales aprendo.
Gracias por la sonrisa de esa persona que me crucé en la calle.
Gracias por el regalo de tener amigos a mi lado.
Empieza a agradecer y en poco tiempo todos tus deseos empezaran a materializarse. Hazlo a lo largo del día y que sean tus últimos pensamientos antes de dormir.
MIEDO A LA SOLEDAD
Se puede considerar de dos maneras:
1-El ego trabaja en su causa banal de hacerte creer que realmente estas sola/o, te hace creer que tú estás unido a los demás con el fin de sentirte protagonista de la vida y encontrar el reconocimiento en todos los niveles:
en la familia, la pareja, el grupo de trabajo, el grupo de amistades y en el resto de la sociedad.
2- El espíritu pretende recuerdes que tú eres parte de una totalidad, tú siempre estas unido a la energía integradora de Dios que se manifiesta en una llama interior que tú posees, una luz que debes expandir.
Cuando le das fuerza a esa luz interior comienzas a mirar con los ojos de tu corazón y empiezas a ser consciente de que siempre tienes compañía. Es la compañía con tu SER interior y con tu creador supremo.
Empezarás a comprender como la soledad es una maravillosa oportunidad de la vida para compartir contigo mismo. Es entonces cuando empezarán aparecer aquellas personas que vibran con tu misma sintonía e intensidad. Sintiéndote feliz, en paz, mucho más y mejor arropado y acompañado.
MIEDO A LA ENFERMEDAD
Aún cuando la vida te frene con una enfermedad, tu ríe.
La enfermedad es un desequilibrio de tu estado de conciencia, por esto tenemos tal miedo a la enfermedad. Cuando empiezas a sentirte débil está claro que perdiste tu fortaleza interior. La palara enfermedad viene del latín de la palabra in firmus que significa sin firmeza.
¿Cómo superar el miedo a la enfermedad?
Cuando empiezas a erradicar las auto-culpas, estas dejando las cárceles del saboteo mental y te liberaras de estas ataduras.
El sabio Platón decía: “mente sana en cuerpo sano”.
- Piensa positivo respecto a ti mismo.
- La enfermedad se contagia perjudicando a otro ser, como se puede contagiar la salud
- Reconcíliate con el pasado
- Perdona desde el fondo de tu corazón todos los sucesos de dolor
- Llena tu corazón de alegría, de perdón y de paz.
- Encuentra momentos de meditación, de silencio porque Dios te hablará en este espacio.
El remedio para la enfermedad es el AMOR. Es sabido que de todos los medicamentos, el amor es el más efectivo y también crea adicción. Conviértete en un adicto del amor, llénate de AMOR, da amor y recibirás a cambio amor, estarás cada vez más sano y lleno de vitalidad. El mundo necesita que estés saludable para poder cumplir con tu rol de ser un gestor de cambios en este planeta que necesita curar su alma.
MIEDO A LA MUERTE
Miedo a la muerte, a la transformación. Miedos que nos paralizan.
Este miedo también es de los más frecuentes y en las culturas occidentales no nos abrevemos a mirar.
Cuando Dios lo disponga partiremos de esta vida no antes ni después, de esto estamos seguros.
Cuando el médico nos de la primera nalgada para que empecemos a respirar se activa la cuenta regresiva, ese tic tac que nos indica que vamos hacia el día en que debamos parar.
Es por esto que nuestra vida es un constante pre parar, es un constante aprendizaje y acciones hasta que nos llegue nuestro turno de parar.
Te invito hacer un ejercicio.
Cierra tus ojos un momento e imagina que hace una semana que has muerto, ahora estas en el cementerio visitando tu propia tumba; miras tu lapida, lees tu nombre, tus fechas de nacimiento y de partida de este mundo.
A continuación, piensa cual es la frase que las personas que han convivido contigo escribirían acerca de ti en tu propia lapida, ¿Qué dirían de ti?
Que….
– la gente agradece que hayas partido porque les hiciste la vida amarga o
– fracasaste en muchas de las aéreas de tu vida,
– sienten profundamente tu partida y dejaste un espacio vacío en la humanidad que nunca nadie podrá llenar
¿Qué hiciste?
¿Qué no hiciste?
¿Qué diste?
¿Qué cediste?
¿Qué donaste?
¿De qué te privaste?
¿A quién ayudaste?
Escribe en un papel lo que deseas quede grabado en la piedra cuando partas de este mundo.
Trabaja día tras día para acercarte a este enunciado que declaras.
El miedo a la muerte se supera cuando tu meta es proyectarte en la transcendencia de tu bondad, generosidad, desprendimiento, entrega, de tu altruismo, amor al prójimo, capacidad de despojarte sin condiciones sin esperar retribuciones; esto vivirá en la memoria y en los corazones de las personas con las cuales tuviste contacto en esta vida e hiciste felices.
Espero que este artículo te ayude a soltar estos miedos y te permitas vivir en paz, armonía y mucho más feliz.
